Escrito por Adrián Valenciano S.
Debo decir que
la mañana del 3 de febrero me sorprendió más de la cuenta. Como un muerto que
se levanta de su tumba, aparecieron de pronto seguidores políticos, de esos que
llaman ‘de hueso colorado’ cobrando facturas que ya estaban vencidas. Facturas
que no cobraron antes porque no estaban
de acuerdo a pagar un impuesto, el de la incertidumbre.
‘Resentidos’ es
una palabra que les duele, pero así lo percibo yo. Uno de los argumentos que
escuché para su inesperado contra ataque fue: “¿por qué Solís no aceptó la
alianza con el Frente Amplio en los debates?”. La respuesta a esa pregunta para
mí, que no sé mucho de política, es simple, esto es política.
Y a continuación les presento mi opinión. Para Villalta desde su zona de confort, era muy fácil lanzar palabras conciliadoras hacia el PAC. ¿Por qué zona de confort? Porque Villalta se veía en una segunda ronda con Johnny, todo hacía ver que así iba a ser, pero el PAC beneficiado por “la campaña del miedo” y la pesca de los indecisos, logró revertir el panorama. Me pregunto entonces: ¿Si José María hubiera sospechado ese resultado (Solís ganando las elecciones) habría lanzado las mismas palabras conciliadoras en los debates?
El poder haber
votado por un partido de izquierda fue uno de mis mayores deseos durante mi
época de colegio. Escuché muchas historias (no me respaldan documentos) y
anécdotas de las razones por las cuales la izquierda nacional nunca tomó la fuerza
deseada por muchos y la que más se me
grabó -y que aplica para estos días- es la fragmentación y diversidad de ideas
dentro de la misma ideología política, pero esto no es el problema, si no la
incapacidad de diálogo y de encontrar puntos comunes para lograr ascender
dentro de las cúpulas políticas liberales y neoliberales de las que tanto nos
quejamos.
Percibo que hoy
algunos seguidores, partidarios o fanáticos del Frente Amplio caen en ese mismo
error. Comienzan a atacar al PAC por cuestiones tan románticas como la que
mencioné anteriormente de los debates (donde FA y PAC eran contrincantes),
hablan de que el PAC es el nuevo PLN o PLAC, AHORA SÍ, porque anteriormente no
lo hacían, ahora sí cuestionan el antepasado liberacionista de Luis Guillermo, comparten
noticias amarillistas y de dudosa procedencia en redes sociales, lo cual a mi
parecer es muy delicado. Me pregunto ¿Y si esas noticias y rumores son
manejados desde arriba para lograr una vez más la fragmentación de la izquierda
y la oposición?
Por estas
razones es que digo que los seguidores del Frente Amplio caen en el eterno
error de la fragmentación y los egos. Yo no sé ustedes (algunos hablan de que
es un argumento pobre), pero uno de mis mayores deseos es ver un gobierno que
no pertenezca al PLN y a su dictadura de 8 años. En lugar de reforzar esta
posibilidad, la de hacer un giro (por más pequeño que sea) hacia la izquierda,
los frenteamplistas están cayendo en lo que tanto criticaron, una “campaña del
miedo” pero esta vez atacando “la derecha que no roba”.
En lugar de
estos ataques sin sentido -de los cuales las cúpulas se deben de estar riendo y
frotando las manos- deberíamos ser más conciliadores, no buscar el pelo en la
sopa, tampoco ser mediocres, pero aprovechar las oportunidades que la vida nos
da. Pensar al largo plazo, no caer en cuestiones románticas como antepasados
políticos (nadie habla del pasado político de Villalta en el PAC), levantar el
puño, pegar el grito al cielo y decir: YO NO QUIERO UNA DICTADURA MÁS EN MI
PAÍS.
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