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jueves, 23 de julio de 2015

El hombre que ama los animales

Por Andrés Jiménez C.

El Sol caía por el horizonte. La ciudad exclamaba sus ruidos. Las personas caminan con desesperación y angustia.

Miro a las gentes que pasan a mi alrededor, no logro captar sus rostros, no encuentro diferencia alguna. Los semáforos se ponía en rojo y en verde, unos pasan, otros se detienen. Algunos latidos del corazón gritaban, era como el sonido del motor de los autos.


Mis pasos eran sin pensar, caminaba sin rumbo fijo. Cruzaba una calle, me detenía en otra. Miraba el cielo, miraba un edificio, me miraba. En eso llegué a una esquina donde se conjugaba la religión, la recreación y el ocio. Y de una forma repentina apareció su imagen que pude identificar con toda claridad.

Lo miré y lo sentí.

Él estaba de cunclillas, con esa tranquilidad que deja la sabiduría del vivir. Sonreía, mientras miraba la gente pasar. Su aspecto daba confianza. Pero advertí que su atención estaba en aquellos dos animales. El gato subía por su hombro, mientras que sostenía con ambas manos la cara del perro a quien hablaba con cariño, creo que estaban dialogando sobre sus condiciones animales.

Lo miré y sonreí.

Unas calles más adelante y unos minutos después lo volví a ver. Ahora dialogaba con el trío de hombres que tejen su hermandad en la fila del bus: padre y dos hermanos, quizás. Su preocupación ahora era si el chófer del bus los dejaría montar, tal vez el chofer no tendría repulsión de nuestras condiciones, si topaba con suerte, para así ir a su casa.

Llegó el bus y abordaron con tranquilidad, siempre conversando, por la puerta de atrás. Ahora solo quedaba disfrutar el viaje.

A los minutos arrancó el bus. Él vino desde atrás del bus, dando algunas palabras a las personas que estábamos allí. Llegó a la parte de adelante, pagó y se devolvió con la misma alegría, ahora jugando con un niño que se topó en su caminar.

Luego del tiempo y en otro espacio, pienso que el hombre que ama los animales, tal vez es cada vez más libre; quizás ha descubierto lo que las estrellas nos quieren decir.

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