Escrita por: Diego Velásquez F.
Hacer una
pequeña reflexión sobre la utilidad de hablar de política es interesante. Por
ejemplo: ¿Quiénes lo hacen? ¿La gente de dinero, la gente pobre, inteligente,
educada o no educada?
Un poco del
argumento de este ensayo es que la clase social y la educación son factores
importantes que definen cuánto tiempo dedica la gente a hablar de política. El secreto está en la utilidad, y el
sentimiento de pertenencia y ubicación en el sistema, bueno y ¿Para qué hacerlo?
En una forma
generalizada y estereotipada la gente
pobre y la gente con poca educación no les gusta hablar de política. Los
primeros son un error del sistema, un
mal necesario. En el imaginario está la
idea de que si hay gente pobre, es porque es gente vaga o ‘trabada’ que le dio pereza
estudiar o trabajar, porque en Costa Rica todos tenemos la oportunidad de
superarnos y “ser alguien en la vida”. Además, está la idea de que siempre va
ver gente pobre (vaga, tonta, primitiva, desafortunada), como lo indica la
frase de García Márquez: “El día que la mierda tenga algún valor, los pobres
nacerán sin culo”.
En todo caso,
los pobres en teoría no lo hacen, porque tienen la correcta idea de que no son
tomados en cuenta, que no tienen la capacidad de hacer ningún cambio, ni
capacidad intelectual para hablar o participar en política, están programados
para pensar que ellos son “el verdadero pueblo”, el chiquito de papá gobierno que
los tiene que educar, mantener y regañar.
Probablemente
piensa que el voto junto con la democracia son una farsa, de ahí que se escuchen comentarios como: “Que
voy a estar hablando de política, esos hijueputas no hacen nada solo roban” (Idioma
de pobre). Todo esto se ve reflejado en que los mayores índices de
abstencionismo se presentan en las zonas más pobres del país. Acto que yo
considero respetable y una forma inteligente de protesta.
Tal vez el
abstencionismo es una forma de decir: El sistema es una farsa, la democracia no
sirve, es la misma gente gobernando hace
40 años, nos ponen a elegir entre 5 muñecos cada cuatro años, para tener la ilusión de que de verdad
elegimos quien nos gobierna.
Bueno, entonces
los pobres no hablan de política porque es una pérdida de tiempo, tienen
mejores cosas de que hablar y preocuparse como por ejemplo: sobre qué van a
comer. Ahora vamos a los poco educados, que en teoría tampoco lo hacen ¿Por qué?
Tal vez demasiada tele que les atrofia el cerebro, o están programados para no
hacerlo, vivir para trabajar, para
pertenecer a la clase media que está en peligro de extinción, lo cual no deja
mucho tiempo para estar hablando de
política.
Es importante
recordar que vivimos en un sistema liberal “capitalista”, con poca intervención
del Estado, donde la idea es dejar
hacer, dejar hacer negocios, empresas, que haya competencia y que ésta se vea
reflejada en calidad de vida, de
personas, de bienes y servicios (desarrollo).
La idea más o menos sería: Trabaje, y deje de estar hablando paja de política.
Ya hablando un
poquito más de política, para mí la fresa del pastel en cuanto a la campaña
pasada, fue un encuentro fortuito con uno de los candidatos. Junto con unos
amigos nos encontramos al polémico candidato de izquierda don José María
Villalta, volando machete en un lote baldío al frente de su apartamento en Sabanilla,
claramente lo saludé y hablamos de varios temas como futbol, política (obviamente),
corrupción, mujeres y Justo Orozco, entre otros.
La conclusión a
la que llegamos fue que la campaña pasada estuvo muy interesante, ya que puso a
todo el mundo a hablar, discutir y tomar
una posición, hasta la campaña polísima y anacrónica del miedo sirvió para que la
gente hablara de política, y me refiero a todas las clases sociales, educados o
no.
Tuvimos una mini
discusión, porque pensándolo bien era demasiado obvio que don Luis Guillermo Solís
iba y va quedar como presidente, ya que el sello PAC es el partido elegible que representa mejor los tan estimados valores
patrióticos, democráticos y ancestrales de Costa Rica. O sea en resumen
Villalta de izquierda, Otto partido de las clases altas, Liberación corrompida,
todos valores no democráticos y no costarricenses. Solo quedaba el PAC partido
centro moderado, que apoya el libre comercio,
promete ayudar a la Caja, y no tiene indicios de corrupción o sea ¿Qué más
quiere? Me pareció muy iluso de parte de
Villalta pensar que él era el verdadero enemigo de Liberación. Sin embargo no
hay duda de que Frente Amplio fue el verdadero ganador y es un partido que le
deseo lo mejor.
Además que el
PAC ni campaña ocupaba, la corrupción descarada en ocho años de Liberación, más
la cara de Johnny era suficiente. Y como lo menciona Andrés Jiménez en su
ensayo ¿Por el bien de la democracia? (http://sendascotidianas.blogspot.com/2014/02/por-el-bien-de-la-democracia.html) Era poco democrático que ganara el PLN, y estaba la sensación que ni el PLN
quería que quedara Don Johnny, de hecho nunca ha pasado que un partido esté 12
años en el poder, es poco costarricense (poco democrático).
Siguiendo con la
idea, puso a todos a hablar de política porque ahora si era útil, se podía quitar a Liberación, el pueblo unido
podía quitar a Liberación y el pueblo podía decidir poner a don Luis Guillermo,
porque de verdad quería que él los gobernara y de ahí derivaron todas las
conversaciones cotidianas de política durante la campaña.
Aún así después
de que el pueblo ‘decidió’ poner a Luis
Guillermo, nace una nueva idea, una
nueva conversación: “Ese mae es lo mismo que liberación, fijo se toma el
cafecito con los Arias y los que estén arriba de los Arias” (Idioma de pueblo). Y empezamos de nuevo con la primera idea de: Todo
esto es una farsa, hablar de política es vara y una pérdida de tiempo; y la
idea complementaria de: Gobierno papá, ya elegido,
ve a ver qué hace para arreglar este caos burocrático, a mi no me moleste,
tengo mucho que hacer como para hablar paja y participar en política.
Probablemente la
sensación generalizada después de esta campaña es de empacho: empachados de la
política, con ganas de no hablar de política en unos cuatro años. Pero hablar
de política es un mal necesario, tenemos la tarea de hablar, pensar, criticar y
analizar el sistema en el que vivimos.
Dejemos de
pensar que tenemos que ser estudiantes de ciencias sociales de la UCR para
hablar de política, hablemos de política aunque no participemos y no nos sintamos
representados, como hablamos de futbol y no hacemos dos series seguidas; y
hablamos de música y no tocamos ni medio instrumento, no le quita lo interesante,
siempre respetando ideas contrarias. Además, quiero resaltar que el titulo no es una afirmación,
más bien sería una crítica a la idea de que los pobres o el populacho está programado
para pensar poco y trabajar mucho, que es gente simple que no tiene capacidad
para hablar de temas “sofisticados”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario