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domingo, 25 de mayo de 2014

¿Yo? ¿Costarricense?

Escrito por David A. D.

Un día nací en un espacio geográfico determinado. Camine sobre tierra y construcciones particulares y no repetibles en ningún otro espacio del resto de lo que llamamos mundo. Recibí una cantidad de sol y lluvia particular, cantidad estrictamente ligada a lo que el clima de este espacio geográfico me decidió dar. Sumergí mi cuerpo en las aguas saladas de un océano específico y entre todos los trozos de costa de ese océano solo algunos me vieron pasar.

Un par de personas, que suelo llamar mamá y papá, me acompañan en un proceso de herencia cultural aprendida. Aprendizaje que ellos a su vez recibieron de sus padres y así sucesivamente por generaciones. Esta herencia cultural supera los espacios que he visitado y por mucho trasciende los límites geográficos en que he ejercido activamente mi vida.

Al igual que los espacios geográficos visitados, también colaboraron en la definición de lo que soy cientos de seres vivos, los cuales a su vez nacieron y vivieron en tiempos y espacios geográficos específicos distintos a los míos y además, poseen herencias culturales distintas a las mías.

¿Qué si estoy orgulloso de todo lo que implica lo que acabo de decir? ¿Qué si me siento parte de lo que anteriormente describí? ¿Qué si lucharía por definirme a mí mismo, por lo tanto a la sociedad en que me inscribo, en base a lo que crea valioso del conjunto de factores que acabo de describir? Por supuesto que sí.

Pero por favor, no me pida definirme como “orgulloso de ser costarricense”, porque negaría en mí todo lo que este concepto abstracto no abarca y al mismo tiempo me atribuiría valores que no poseo. No hablo de olvidar y desvalorizar el pasado que comparto con muchos, lo que pido es que nos desatemos de las cadenas que algunos nos pusieron encima, para realmente buscar que es lo que nos define, sin la cortina de una bandera o el sesgo de un escudo.

Algún aparato legal me nombró costarricense, sin embargo, no puedo estar orgulloso de ser costarricense, porque en realidad no lo soy. Soy lo que al existir está vinculado de forma directa o indirecta conmigo y esto trasciende cualquier nacionalidad.

Es difícil definirnos a nosotros mismos, descubrir quiénes somos, es lógico que en el intento sedamos a creernos parte de definiciones generales de lo que significa haber nacido en un país. Lo cierto es que esos conceptos de nacionalidad nunca definirán a una persona. Nos han engañado.

Estoy orgulloso de que lo que cada uno de nosotros somos supere las fronteras del concepto que algunos a lo largo de la historia nos han querido imponer.

Imagen: Muestra los ecosistemas biológicos del planeta, tiene una licencia Creative Commons, por lo tanto es "libre". http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Vegetation-no-legend.PNG

2 comentarios:

  1. "Siendo un humano todo el día me queda muy poco tiempo de ser alemán". Buen articulo David! Me gustaria leer mas de tus pensamientos!

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  2. Muchas gracias. Siendo más radicales podemos decir "Siendo un ser vivo todo el día me queda muy poco tiempo para ser humano".

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